Congreso Internacional del Maiz

2023

CDA 2025: el Congreso que analiza el presente del agro y anticipa el futuro del canal de distribución

La 3º edición se realizará en el Golden Center de Buenos Aires

El 29 de abril vuelve el Congreso de Distribuidores del Agro (CDA) con su tercera edición en el GoldenCenter de Buenos Aires. En un escenario donde los cambios globales, la concentración del mercado y las nuevas tecnologías desafían al sistema agroalimentario, el CDA se afianza como un punto de encuentro imprescindible para quienes toman decisiones en el canal de distribución. Una cita que comparte espíritu con el Congreso Internacional de Maíz (CIM): generar espacios de análisis profundo, networking estratégico y capacitación real.

“Hay jugadores muy importantes en el mundo. Brasil tiene su congreso, Estados Unidos también. Y Argentina no lo tenía. Estando dentro de la industria vimos que faltaba esto. El canal tiene que tener su mirada”, explica Luis Mogni, Consultor, Socio de Somera S.A. y Coorganizador del CDA. Fue durante la campaña 22/23, en plena sequía, cuando este proyecto tomó forma. Pero su origen se remonta incluso más atrás, a 2020, cuando la pandemia dejó al descubierto nuevas dinámicas en el sistema productivo.


Desde entonces, el CDA se fue consolidando con una propuesta clara: responder a las necesidades del sistema de negocios agropecuario, que en Argentina está altamente atomizado. “Debe haber 15.000 personas trabajando en los canales de distribución. Somos muchos. En otros países hay cinco grandes empresas, o un sistema más cooperativo. Pero todos necesitan a un proveedor cerca”, afirma Mogni. “Mientras exista esa necesidad, el Congreso va a estar”.


El programa de esta edición incluye ejes como sostenibilidad, eficiencia logística, escenarios de incertidumbre, y el impacto del mercado asiático en la cadena de insumos. “Todo el tiempo estamos en la calle, hablando con la gente del sistema. Este año sumamos encuestas para rankear prioridades. Y miramos mucho hacia afuera: qué está pasando en Europa, qué está diciendo gente como Renato Seraphim, Ejecutivo y Estratega del Agronegocio, que llega desde Brasil con una mirada crítica e interesante”, adelanta el consultor.


La jornada tendrá paneles con empresarios que compartirán cómo sostener el éxito en contextos tan volátiles como el argentino. También se pondrá foco en la rentabilidad del servicio que prestan los distribuidores. “El productor debe entender que muchas veces el canal pierde plata por prestarle un servicio que mantiene por vínculo. Llevar 200 litros de glifosato al campo puede implicar perder margen. El Congreso busca que esas tensiones se pongan sobre la mesa”, agrega el coorganizador.


Como sucede en el CIM con el maíz, el CDA propone una mirada estratégica sobre toda la cadena. “El maíz es el cultivo que más inversión demanda por superficie. Y para el canal es el driver principal. Solo dos empresas en el mundo facturan 6.500 millones de dólares en semillas de maíz. Es enorme. Por eso, que exista un congreso como el CIM, que pone el foco en el cultivo, y otro como el CDA, que se centra en el sistema comercial, es clave para el desarrollo del agro argentino”, asegura.


En este sentido, el CDA también se piensa como un espacio federal e internacional. “La presencia de referentes de otros países enriquece el debate. No solo es una oportunidad de formación, sino de inspiración. Queremos que los asistentes se pregunten: ¿dónde me tengo que parar? ¿Qué tengo que hacer en mi empresa para mejorar el servicio y prepararme para lo que viene?”, reflexiona Mogni.

Para quienes participaron del CIM y buscan seguir profundizando su mirada en 2025, el CDA es una oportunidad para entender el otro lado del mostrador: el del canal. Un espacio que pone en diálogo al productor, al distribuidor y a la empresa proveedora en un momento donde cada decisión impacta en toda la cadena. La inscripción está abierta y es gratuita hasta el 15 de abril en cda.enfasis.com.

Maíz temprano en Marcos Juárez, con rendimientos entre 70 y 140 quintales

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, el avance de cosecha es incipiente y el promedio de rindes, 110 qq/ha.

Según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el avance de cosecha es aún incipiente, un 10%, y el promedio ronda en los 110 qq/ha.

Esta camada corresponde a las siembras de septiembre, que representan apenas el 20% del área total.En cuanto a la soja de primera y segunda, la lluvia del 16 de febrero (40 mm) permitió una recomposición notable del cultivo, pero la ola de calor de los últimos días volvió a impactar.


Se estima una pérdida de rendimiento del 15-20% en soja de primera, mientras que la de segunda aún tiene margen para definir su producción.


Actualmente, la soja de primera se encuentra en llenado de granos, entre R5 y R6. La soja de segunda transita entre fructificación y llenado (R4 a R5).


En cuanto a la condición del cultivo, en soja de primera, el 65% se encuentra entre muy buena y buena; el resto, regular.

En soja de segunda, el 40% está en buena condición; el resto varía entre regular y mala.

El maíz, estrella del verano: mejores rindes y cosecha a mayor ritmo que el promedio de los últimos 5 años

La recolección del cultivo tuvo un progreso del 5,4% sobre las 6,6 millones de hectáreas estimadas para esta campaña, según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Con el manejo de siembra en distintas fechas, el maíz superó los temores por la chicharrita, en general esquivó la sequía, y ahora espera que aflojen las lluvias para retomar una cosecha que empezó con buen ritmo. Es el único cultivo que está vigente todo el año en distintas zonas: se acaba de terminar de sembrar y ya se recolectan buenos rindes promedio, mejores a los esperados meses atrás.

 

El contexto económico también es bueno: el mercado argentino, el precio medido en dólares es récord en 8 años. Por ello, ya se embarcaron 36 millones de toneladas de la campaña 23/24. lo cual contribuyó al ingreso de divisas de los últimos meses.

on un progreso del 5,4% del área estimada en 6,6 millones de hectáreas para esta campaña, la cosecha de maíz con destino a grano comercial comenzó con un avance 3,7% superior al promedio de los últimos ciclos agrícolas (2019-2024), según informó el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

 

“Los mayores progresos se registraron en el centro norte de Santa Fe, Entre Ríos y la zona núcleo. En esta última, las labores se adelantaron debido al estrés termo-hídrico sufrido por los cultivos durante el llenado de granos, lo que, en algunos casos, provocó una finalización anticipada de esta etapa, resultando en pérdidas de rendimiento por menor peso de los granos”, pormenorizó el informe.

“En este contexto, mantenemos nuestra proyección de producción en 49 millones de toneladas, lo que representa una reducción de 0,5 millones de toneladas en comparación con la campaña anterior”, indicó el reporte.

En los últimos días, se han registrado precipitaciones, especialmente en la región central, lo que ha favorecido la mejora de la condición hídrica de la soja, tanto de primera como de segunda.

 

En consecuencia, el área en condición de cultivo “normal a excelente” se ha incrementado en tan solo 1%, mientras que la condición hídrica “adecuada a óptima” se vio aumentada en 2%.

En cuanto a los planteos de primera, más del 40 % de lo implantado sobre ambos núcleos ha iniciado el llenado de grano bajo un ambiente óptimo de humedad, mientras que sobre el NEA y el norte de Santa Fe, más del 30 % ha iniciado el período crítico bajo déficit hídrico.

En lo que respecta a la soja de segunda, a pesar de que algunos lotes han quedado ralos dada la escasez de humedad al inicio del ciclo, las últimas lluvias han sido benéficas, encontrando al 34% iniciando su período crítico, lo que ha contribuido a mitigar la pérdida de rendimientos.

Bajo este contexto, la BCBA mantuvo su proyección de producción en 49,6 millones de toneladas.

 
 
 
 

Inesperado: con más de 15 días de lluvias, se retrasa la cosecha de maíz y puede haber un efecto dominó con la soja

En la zona norte de la provincia de Buenos Aires, la recolección del cereal de primera solo avanzó un 15%; posibles problemas de logística en las próximas semanas

Quién iba a pensar que, después de un enero completo y parte de febrero con La Niña a pleno, íbamos a tener ahora dos semanas y más a pura lluvia”. Esa es la frase que se repite en bares y en otros lugares como forrajeras de los pueblos del norte bonaerense, donde los productores suelen juntarse a tomar café y hablar de las problemáticas del sector. Es que las copiosas precipitaciones de los últimos 10 días y las que restan venir hasta el sábado próximo es tema de conversación entre los productores que miran una y otra vez el pronóstico extendido de su zona.

Saben que esto va a retrasar hasta al menos el 15 del actual el ingreso de las cosechadoras a sus campos para seguir con la recolección del maíz y el efecto dominó llevará a un cuello de botella en la logística de los camiones a los acopios y en el secado de los granos. Sumado a que en ese tiempo también entrará en disputa la soja de primera que estará lista para ser cosechada.

 

“Nadie tuvo la bola de cristal para pensar que iba a llover tanto al final de febrero y en marzo; si no hubiéramos cosechado el maíz, con 19º de humedad relativa, previo al temporal, para no perderlo. Ahora es tiempo de descuento porque, si esto se prolongara o hubiere un tormentón más fuerte, las plantas se pueden caer y se comienza a correr riesgo a no recolectar. Se empieza a atrasar, aun así, más o menos, siempre se pudo cosechar”, explicó a LA NACION Jorge Josifovich, productor de Pergamino y expresidente de la Sociedad Rural local, quien buscó no ser alarmista con la situación.

Lo que ha sucedido es que en la actualidad en esa zona del norte de la provincia solo se cosechó un 15% del total de la superficie implantada de maíz de primera, cuando normalmente en la zona para esta fecha debería estar casi todo cosechado. El 15% que se adelantó fue por la poca expectativa de rinde tras la sequía de enero pasado y se vendió para alimentación animal a feedlots. Salvo esos casos, la cosecha de maíz de primera no había arrancado en forma masiva en la zona, dijeron los productores de la región.

 

Esta situación llevará sin duda a un retraso logístico porque el maíz, que siempre comienza primero en la zona, antes que la soja, no va a poder hacerse en tiempo y forma y empezará a chocarse con la oleaginosa porque, cuando esta última está presta para recolectarse, los productores normalmente dejan al cereal de lado y encaran a la oleaginosa para evitar pérdidas de grano por la apertura de vainas.

“Este temporal nos va a retrasar lo que ya tenía que haber estado cosechado. Si estos 10 días pasados hubiesen sido normales, el maíz ya se hubiese recolectado en un 80%. Lo que quiso el productor es ahorrar dinero, esperando que bajara espontáneamente la humedad en el lote. Porque todo lo que esté arriba de 14º y 14,5º, los acopios te lo cobran. Cuando uno lleva un x porcentaje de humedad también es más flete, porque uno transporta más agua y los camiones tienen en su carga determinados metros cúbicos. No es para lamentarse, pero el productor no vio que este temporal se iba a prolongar y lo sorprendió”, dijo Josifovich.

 

Por eso hoy estos maíces en planta representan un alto riesgo; por un lado, se necesitan que sequen los caminos rurales y los suelos y, por otro, que la logística fluya más o menos normal.

En este sentido, el productor tambero Gustavo Augel se manifestó: “Todo enero y mitad de febrero pidiendo lluvias a gritos para salvar el maíz para silo. La otra mitad de febrero 200 mm. En lo que va de marzo, 70 mm, ahora rezando que pare para sembrar los verdes. Ejemplo práctico de lo malo que son los extremos”.

 

Con una mirada más esperanzadora, Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), aseguró que, con suelos en rojo, excepto en la franja central, en gran parte del resto de la región pampeana “más allá de toda la parte de escurrimientos y los inconvenientes que puede haber a nivel urbano, en principio no debería haber demasiados problemas”.

En tanto, en Entre Ríos la situación climática es diferente. Si bien ha llovido de manera dispar en el sur y centro de la provincia y en el centro cayeron 200 milímetros de promedio en estos últimos 10 días (algunas regiones alcanzaron los 290 mm), escurrió rápido porque también había una gran sequía y el clima es de 35 grados.

 

“No afecta, aparte no hay nada para cosechar. Las arroceras todavía faltan, es en abril, las soja todavía y el maíz de segunda faltan también. Para lo que es la ganadería es excepcional. Fue una gran bendición. En el norte estuvimos un poco más castigados, Federal, Feliciano y La Paz, pero llovió también un promedio de 80, 100 milímetros. Así que estamos bastante mejor. Ha cambiado rotundamente el clima. Por ahora no hay inconvenientes porque estamos lejos todavía de las cosechas”, dijo Nicasio Tito, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer).